¿PUEDE SOBREVIVIR EL DESEO AL PASO DEL TIEMPO?

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¿Puedes desear a tu pareja durante toda una vida? ¿La deseas más, menos, diferente? ¿Qué sucede con las ganas de estar con quién quieres cuando ya no te sorprende porque la conoces muy pero que muy bien?

Cuando una relación empieza no tenemos que hacer ningún esfuerzo para mantener la llama del deseo viva. La testosterona, que aumenta de manera natural durante la fase de enamoramiento, se ocupa de hacer el trabajo “sucio” por nosotros. Además nuestro cerebro nos ayuda a que vivamos esta experiencia de manera plena e intensa. Así es que lo único que tenemos que hacer es dejarnos llevar por lo que nuestro cuerpo nos pide, que suele ser, estar el máximo de tiempo posible (física y mentalmente) con nuestro enamorado/a.

Para muchos sería fácil mantener esta fórmula, y que: “para los siglos de los siglos… el deseo sexual se mantuviera intacto”, que sólo con mirar a tu pareja, o que ella te mirara a ti fuera suficiente para que hubiera un encuentro sexual.

Estamos más habituados a aceptar que las parejas rompan o que tengan relaciones extramatrimoniales; y en cambio nos cuesta más creer que  una pareja pueda desearse pasados los años. Pero del mismo modo que existen relaciones fugaces, otras que no aguantan el paso del tiempo, también las hay que sobreviven, y si lo logran es porque de alguna manera han logrado conservar y transformar con el paso del tiempo, parte de esa llama de cuando eran jóvenes.

Disfrutar con tu pareja sexualmente tras  toda una vida juntos es una de las mejores pastillas anti-envejecimiento que puede existir. Y esto no lo dice ninguna farmacéutica, es uno de los regalos que yo he podido observar en consulta cuando una pareja que lleva más de 20 años juntos se siguen deseando.
Lo cierto es como para casi nada en la vida, no existe una fórmula mágica para lograrlo. Sin embargo, sí hay algunos PASOS que os pueden ayudar a que el deseo siga vivo:

  1. Cultiva tu imaginación, desarrolla una mente curiosa y mira con interés a tu pareja. No se trata de practicar el kamasutra y de innovar en cuestión de “técnicas”. No te olvides de la sorpresa. La novedad, es el gran aliado del deseo. Si la rutina genera tranquilidad y predictibilidad (también necesaria en una relación a largo plazo), el deseo necesita sorpresa, aventura y novedad.
  2. Piensa más en sexo. Las fantasías nos permiten trascender los obstáculos morales, sociales y personales, y por tanto son un lugar seguro para lograr el placer.
  3. Mantened vuestro espacio de intimidad. No es un espacio de 5 minutos, no lo entendáis como un espacio que se cuenta y que tiene con una frecuencia determinada. Se trata de crear un espacio donde dejéis vuestros “trajes” de personas responsables, y dejéis que el juego erótico sea el protagonista de vuestro momento.
  4. Observa y actúa ante el curso del deseo en vuestra relación. El deseo es cambiante. A lo largo de la relación habrá momentos en los que el deseo aumente y otros que disminuya. Acéptalo, obsérvalo, pero no te resignes, y busca cómo resucitarlo. No esperes a que resurja de manera espontánea, planificad encuentros sexuales cuando vuestras agendas no os lo permitan de manera natural.
  5. Mantén tus espacios individuales. Aunque os pueda parecer contradictorio, si hay algo que apaga el deseo es el exceso de cercanía. El deseo necesita distancia, falta y ausencia. Cuando nuestra pareja está lejos, nos imaginamos con ella, por lo que la ausencia y el anhelo suponen un gran componente del deseo. Un poco de incertidumbre puede ayudar a querer más.

Así es que respondiendo a la pregunta de si puede sobrevivir el Deseo al Paso del tiempo, la respuesta es un sí rotundo. Puedes seguir fomentando toda tu vida tu relación erótica y ser capaz de mirarte desde el deseo sexual. ¿Cómo? Haz que sea deseable desear.

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